Por El adicto al Arsenal - Sufridor en Jefe, Especialista en Cronología, Odiador a Tiempo Completo de Martin Taylor
23 de febrero de 2008
El placaje. El grito. El final de un sueño.
En nuestro mundo, ese fue el día en que todo se desenredó.
La pierna de Eduardo se fue por un lado, nuestras esperanzas de título por otro.
Gallas se sentó en el campo como un hombre que acaba de ver el fantasma de Herbert Chapman.
¿Y nosotros...? Entramos en espiral.
Pero no en esta línea temporal
En este universo, Martin Taylor se equivoca de ángulo.
No llega a Eduardo por centímetros.
Ninguna tarjeta roja. Ni huesos rotos. Sólo un delantero croata que se eleva, remata y hace callar al público de San Andrés como si fuera el heredero de Thierry.
El efecto dominó de no romperle la pierna a un hombre
- Eduardo marca 12 goles más esa temporada, en plena forma.
- Ganamos 3-0 al Birmingham: Gallas anima a los chicos, no se enfurruña como si hubiera perdido un billete de lotería.
- No perdemos puntos en 5 de nuestros próximos 6.
- El United nunca nos alcanza. El Chelsea apenas nos huele.
Y entonces... rodamos.
El retorno de los invencibles - Segunda parte
Vamos invictos.
Otra vez.
Pero esta vez, sin empates contra el Wigan o el Portsmouth.
Esta vez, aprendimos de 2004.
Esta vez, la insignia es dorada y el balón también.
Cesc capitanea la carga.
Eduardo acaba con 27 goles.
Bendtner sigue siendo un inútil, pero ¿a quién le importa cuando las rodillas de Rosicky aguantan y Hleb juega como un Iniesta balear?
¿Y a quién derrotamos en la última jornada?
Lo has adivinado: Manchester United.
En Old Trafford.
3-1.
Eduardo marca dos y besa el césped.
Sir Alex se retira antes de tiempo por puro rencor.
Reflexión final del adicto
Decían que éramos blandos.
Dijeron que no teníamos botella.
Decían que la filosofía de Wenger no podía volver a ganar.
En este universo, los callamos a todos.
Con estilo. Con fanfarronería. Con una delantera inquebrantable y una temporada invicta.
Martin Taylor nunca toca a Eduardo.
¿Y el Arsenal?
El Arsenal nunca mira atrás.
A continuación: Expedientes paralelos III - Aquel en el que Wenger ficha de verdad a Cristiano Ronaldo... y los Spurs se mudan a la liga escocesa por vergüenza.




